4 cosas que deberías dejar de hacer si tienes acné
El acné puede afectar mucho tu confianza y sentido de ti mismo, dejándote en busca de respuestas. ¿Quizás has notado que la gravedad de tu acné empeora en...
El acné puede afectar mucho tu confianza y sentido de ti mismo, dejándote en busca de respuestas. ¿Quizás has notado que la gravedad de tu acné empeora en...
El acné puede afectar mucho tu confianza y sentido de ti mismo, dejándote en busca de respuestas.
¿Quizás has notado que la gravedad de tu acné empeora en diferentes momentos? Pero tal vez te cuesta entender qué está agravando tus brotes y qué deberías tener en cuenta.
Es cierto que ciertos alimentos en tu dieta y tus hábitos de vida pueden empeorar tu acné.
Así que, vamos a profundizar en las 5 principales cosas que deberías dejar de hacer si estás lidiando con un acné rebelde:
El consumo de productos lácteos se ha vinculado a brotes de acné. Los estudios sugieren que la leche, en particular, puede aumentar tus niveles de insulina y hormonas de crecimiento, ambas pueden promover la producción de grasa e inflamación en la piel, lo que conduce a brotes.
Reducir el consumo de lácteos o elegir alternativas puede ayudar a disminuir tu acné, pero puede tomar algunas semanas ver resultados después de hacer este cambio.
Aunque los ácidos grasos omega-6 son necesarios para la salud, una ingesta excesiva, especialmente en relación con omega-3, puede agravar la inflamación en el cuerpo, lo que se sabe que empeora el acné.
Los alimentos ricos en omega-6 incluyen aceites procesados como los de soja, girasol y maíz. Equilibrar tu proporción de omega-6 a omega-3 comiendo más alimentos ricos en omega-3, como pescados grasos o semillas de chía, puede ayudar a reducir la inflamación y favorecer una piel más clara.
Tu piel entra en modo de reparación mientras duermes, por lo que no descansar lo suficiente puede interrumpir este proceso natural de curación.
La privación crónica del sueño también puede aumentar los niveles de estrés, lo que desencadena inflamación y producción excesiva de grasa, ¡una receta para el acné!
Intenta priorizar dormir de 7 a 9 horas de calidad cada noche para darle a tu piel el tiempo que necesita para repararse y recuperarse.
Tocar tu rostro durante el día es un hábito difícil de romper, pero puede contribuir significativamente al acné.
Tus manos llevan bacterias, suciedad y aceites, todos los cuales pueden transferirse a tu piel y obstruir los poros. Incluso si tus manos parecen limpias, pueden portar microorganismos, por lo que es mejor evitar tocar tu rostro innecesariamente.
Intenta mantener tus manos alejadas de tu cara y sé consciente de este hábito para reducir la probabilidad de brotes.
Los carbohidratos refinados, como el pan blanco, la pasta y los snacks azucarados, pueden causar picos en tus niveles de azúcar en la sangre. Este aumento de azúcar en la sangre desencadena la liberación de insulina, lo que puede conducir a una mayor producción de sebo (aceite) e inflamación en tu piel. Ambos factores pueden contribuir al acné.
Al limitar tu ingesta de carbohidratos refinados y elegir en su lugar granos enteros y alimentos ricos en fibra, además de incluir una abundancia de proteínas, puedes ayudar a mantener estable tu nivel de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de brotes.
Aunque la piel de cada persona es diferente, hacer estos pequeños cambios en tu estilo de vida y hábitos puede tener un impacto significativo en tu acné.
Al evitar estos cinco desencadenantes comunes como los lácteos, el exceso de omega-6, el sueño deficiente, tocarse la cara y los carbohidratos refinados, podrías notar una piel más clara y saludable con el tiempo.
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